EN MI SOCIEDAD VIRAL

EN MI SOCIEDAD VIRAL

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Por: José Ramón Toro Poblete

En mi sociedad se vive en función de la productividad y consumo, en que todo trabajo, se traduce en un producto o, en una evidencia que se mide en base a la competencia del mercado, sea algo tangible o intangible (incluyo a la educación).

En mi sociedad se vive regido y aplastado por el dinero y/o poder adquisitivo donde se es, en la medida que se tiene y, no donde primero se es, para tener.

En mi sociedad se vive harto de abusos, violencia e inseguridad, se vive de falsas promesas, se vive tapando un problema con otro nuevo que es sensación….

En mi sociedad, se vive de avances y logros, vacía e incierta salta y apremia anciano, enfermo, cesante y deudor.

En mi sociedad se vive donde el tiempo vale, no relaciones humanas sino dinero, donde el tiempo es corto y valioso para “hacer” y no para ser.

En mi sociedad se vive y conversa rápido con personas sin ver, donde se vive y conversa siempre saliendo apurado o, donde se vive y conversa llegando siempre cansado.

En mi sociedad algunas cosas cambiarán y sufrirán cambios profundos.

No será la posible nueva constitución, no serán los políticos ni la persona con más poder.

Es la llegada del virus, anunciada con anticipación.

No quiero fijarme en las dolorosas consecuencias y huellas llenas de dolor que ha dejado y, Dios permita con la responsabilidad de las personas que en nuestra ciudad no sea mayor. Me fijaré en una sola cosa, en algo muy cotidiano, simple. Tan cotidiano y simple que a algunos les costará entender.

Me refiero al valor del Tiempo que, transcurre en medio de muchas actividades, trabajo, productividad y reuniones. Me refiero al ¡Tiempo de Familia!, tiempo reducido y olvidado. Tiempo relegado a unas horas del fin de semana y, para no aburrirse con ese tiempo de familia, las que pueden ¡Salen!… ¡Huyen! del tiempo que transcurre dentro de casa.

Aparentemente ese tiempo se parará y tendrá otro valor porque sus hijos y, usted tendrán que quedar quietos en casa, tendrán que descubrir y dar sentido a ese tiempo que incomodará; tendrán la sensación de estar perdiendo el tiempo, otros caerán en la ansiedad por aburrimiento (no poder salir será una tragedia), el hijo molestará, los padres incomodarán, los esposos…..

Y, lo segundo será qué hacer con ese tiempo de familia (no virtual sino real) donde el virus les quitará el derecho de la proximidad, del afecto, del beso, caricia e intimidad. Todo será a distancia (no virtual sino real), donde los Gestos tendrán un significado distinto: la mirada, la sonrisa, un movimiento de cejas, las manos, la comunicación oral. Y, el gran desafío es el rescatar y valorar la responsabilidad social, donde uno es Responsable que otro de la familia o vecino no sea contagiado, siguiendo las indicaciones de las autoridades de la Salud y Comunal. El autocuidado será en bien de quien esté más próximo a su persona, partiendo por los adultos mayores de la familia y/o del vecindario, con ellos los gestos de cariño tendrán que ser a la distancia y, a no menos de un metro.

Aparte de todo el daño que pueda causar este nuevo virus, sería irresponsable el dejar pasar esta valiosa oportunidad de bien usar el Tiempo de Familia y dar nuevo significado a la Responsabilidad Social y a la Comunicación Presencial, no virtual, donde los gestos, la mirada, la sonrisa, el movimiento y uso de los dedos y manos, reemplazarán a los “emoticons”.

Que sea feliz y buena salud!!!

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