Tras una persecución que se prolongó por varias cuadras finalmente Carabineros dio alcance a un antisocial que momentos antes durante un control vehicular intentó sobornar a un funcionario y al ser rechazado lo amenazó de muerte con una pistola.
El hecho se produjo en calle Arturo Prat cuando Carabineros sometió a fiscalización un automóvil conducido por J.T., quien tenía vencida la documentación del vehículo.
Ante la inminente infracción que le iban a cursar, le ofreció al funcionario policial la cantidad de 50 mil pesos “para dejar todo hasta ahí”, según sus propias palabras.
El carabinero rechazó de plano el intento de soborno, informándole al automovilista que esa acción es un delito razón por la cual iba a detenlo. Ante tal situación el individuo extrajo desde sus vestimentas una pistola con la cual amenazó de muerte al funcionario, tras lo cual se dio a la fuga velozmente por calle Arturo Prat para luego continuar por calle Señor Pobre mientras era seguido a corta distancia por varios vehículos policiales.
Cuando se vio acorralado el hombre decidió abandonar su automóvil para continuar la huida a pie, siendo finalmente alcanzado y detenido.
A FOGUEO
Al revisar sus vestimentas se encontró la pistola con la que amenazó al Carabinero la que resultó ser a fogueo, la que será sometida a peritaje para establecer si estaba modificada o adaptada, dado que también se encontraron en su poder tres proyectiles calibre 9 milímetros.
AL TRIBUNAL
El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía donde fue formalizado por el fiscal Ricardo Reinoso por los delitos de soborno, amenazas a carabinero en el ejercicio de sus funciones, y porte ilegal de municiones.
El fiscal pidió la aplicación de la medida cautelar de arresto domiciliario total, debido a que el imputado registra un amplio prontuario judicial.
La jueza de garantía, Catalina Lagos, decretó el arresto domiciliario, otorgando un plazo de 3 meses para el cierre de la investigación.
El año 2005 este sujeto disparó contra un oficial de la PDI durante un procedimiento de drogas que se llevaba a efecto en la población Alonso de Ercilla, ocasionándole una herida grave al detective. Por este hecho el hombre debió cumplir una condena de 8 años de presidió que concluyó el año 2013.