En sus cargos anteriores se ha destacado por impulsar programas sociales, de emprendimiento y de cuidado por el medio ambiente y el patrimonio.
El Papa Francisco nombró como nuevo Obispo de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua al presbítero Gonzalo Bravo Álvarez, cargo que se encontraba vacante desde la renuncia de Cristian Contreras Molina, a quien se vinculó en medio de las investigaciones por abuso sexual contra menores al interior de la Iglesia Católica.
El presbítero nació en Valparaíso el 30 de diciembre de 1962, y realizó sus estudios primarios y secundarios en la ciudad de Quilpué.
Desde el alejamiento de monseñor Cristian Contreras Molina, quien era parte de la congregación Mercedaria, de amplia presencia en la región de Valparaíso, fue reemplazado en calidad de Administrador Apostólico, por el presbítero Jaime Ortiz de Lazcano Piquer, anteriormente Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico de Santiago.
El nuevo Obispo Gonzalo Bravo Alvarez que asume la Diócesis que abarca las provincias de Los Andes, San Felipe y Petorca, era párroco de la parroquia El Salvador del Mundo La Matriz, y Decano de la Facultad de Ciencias Eclesiásticas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. También es licenciado en Ciencias Básicas de la Ingeniería en la Universidad Técnica Federico Santa María; ingeniero civil en esa misma Universidad.
Fue ordenado diácono en 1997 y fue vicario en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores, en Viña del Mar y administrador parroquial de la Parroquia Jesús Buen Pastor, en Valparaíso.
En 2011 fundó la Corporación La Matriz con la cual realizó diversos programas sociales, de emprendimiento y de cuidado por el medio ambiente y el patrimonio.
