Señor Director:
«La encuesta del Centro de Estudios Públicos CEP era -sin duda- muy esperada por la clase política y lo medios de comunicación en un contexto de ciclo electoral en curso. Sin embargo, los datos que aporta, en ningún caso pueden tomarse como definitivos, ni logran cerrar el escenario de incertidumbre a seis meses de los comicios presidenciales. Como la mayoría de los estudios de opinión conocidos, intenta mostrar el clima de opinión pública en relación con las elecciones. No son, en estricto rigor, encuestas electorales, de carácter predictivo. De allí la necesidad de tomar los resultados entregados como un dato que corresponden a un momento determinado y a las percepciones de la opinión publica encuestada en el estudio.
Con todo, un dato que no parece cambiar es el referido a la abstención electoral. En el estudio, solo un 44% señala que -con seguridad- ira a votar en noviembre próximo. Este dato revelador, muestra entre otras cosas, que cuando los ciudadanos decidan votar -lo que está ocurriendo con menos frecuencia que antes desde la elecciones de 1997, o en menores proporciones-, sus preferencias estarán más próximas al momento de la votación y estarán guiadas por consideraciones partidistas con menos frecuencia que antes. Es decir, lo que vamos a comenzar a observar es más y más ciudadanos, que cuando piensan en política (si es que lo hacen) o cuando decidan ir a votar, será más probable que lo hagan desde consideraciones e influencias cortoplacistas. En este sentido, el electorado chileno se está desestructurando progresivamente. Lo que veremos en las próximas elecciones, de mantenerse la tendencia actual de vaciamiento de la política, será una forma de comportamiento electoral más contingente y un tipo de votante cuyas opciones parecen cada vez más funcionales a lógicas pragmáticas».
Marco Moreno, decano Facultad de Ciencia Política y Administración Pública Universidad Central