Por Dr. Denis Panozo V.
Se la llama la enfermedad del Siglo XX, porque con la aparición de la planificación familiar y los cambios culturales que llevaron a que las mujeres posterguen en el tiempo la busqueda del primer hijo, así como tener menos hijos, pasaron también a tener más menstruaciones antes de enfrentar el primer embarazo. Anteriormente el no control de la natalidad llevaba a que se dieran mayor cantidad de embarazos y por lo cual menor cantidad de menstruaciones. Las mujeres pasaban el tiempo embarazadas y amamantando. Así a menor cantidad de períodos menstruales, menor reflujo y por lo tanto menor endometriosis.
Se trata de una enfermedad ginecológica, que consiste en que el tejido endometrial, que normalmente tapiza la cara interna del útero, se presenta por fuera de la cavidad uterina. Puede aparecer en forma de implantes en el peritoneo(tejido que tapiza la cavidad abdomino-pelviana), de quistes en los ovarios y con menor frecuencia en otras zonas del cuerpo.
Su origen se debe al reflujo de la sangre menstrual por las trompas hacia la cavidad de la pélvis. Normalmente las glandulas endometriales que refluyen con la sangre menstrual se implantan en el peritoneo o forman quistes en los ovarios u otras zonas del cuerpo, pero ya sea por factores propios del endometrio o por receptividad alterada, implantan y se da comienzo a la malvada endometriosis.
No todas son iguales, es decir existen diferentes grados de molestias y síntomas diversos. Puede presentarse en forma asintomática o ser causa de distinto grados de dolor, de infertilidad, etc. Cuando aparece se presenta pre o intramestrual y secundario, es decir, comienza en algún momento luego de la primera menstruación y con el tiempo es progresivo en intensidad.
La endometriosis en algunos casos puede ser expresión de un trastorno inmunológico, es clara la asociación que existe entre la endometriosis y la presencia de anticuerpos en la misma paciente. Sin embargo no se ha podido dilucidar qué fue primero. No hay que perder de vista que la endometriosis es una dolencia que avanza, por lo tanto, es importante diagnosticarla tempranamente y tratarla de ser necesario.
Esta enfermedad excepcionalmente puede afectar a mujeres jóvenes y adolecentes y solo al 10% de las que padecen de esta patología aparece la infertilidad.