Por: Franco Contreras
El 9 de agosto observamos el cambio de gabinete por parte del presidente Sebastián Piñera, ésto puede ser interpretado como un deficiente proceso de selección de personal o problemas de ambiente laboral en La Moneda. Quizás algunos ministros fueron elegidos vía sistema “bingo” o se comportan como “campeones” soberbios que ponen sus huevos en el exterior. De una u otra manera sugiero vigilar el índice de rotación de personal.
El efímero ex ministro de cultura y “converso” Mauricio Rojas en parte confirma alguna de las teorías expuestas anteriormente, ya que no hay explicación, o al menos no polémica, para su salida a 4 días de ser nombrado. Rojas nos muestra el negacionismo persistente en parte de nuestra sociedad, también ha visibilizado a aquellos negacionistas del negacionismo. Obviamente el gobierno no pudo quedar indiferente y este triste episodio nos ha servido para reiterar nuestro compromiso con el respeto a los DDHH y la dignidad de quienes fueron torturados, asesinados y desaparecidos en uno de los hechos mas horribles de la historia de Chile, en que el terrorismo de estado a través de la sistematización de la muerte se toma el país. Expresar abiertamente que el museo de la Memoria es un “montaje” es un acto indignante, falto de empatía, negación y de violencia contra el derecho a la verdad. Estamos obligados a recordar este aberrante capítulo que lacera nuestra historia, para no repetir semejantes atrocidades en el futuro.
Entre los confusos, lamento que esta vez se inscriba Gabriel Boric. Su discurso adolece de ciertos capítulos igualmente deleznables como la dictadura de Batista, los crímenes de los contras, la masacre de Nankin y el caracazo. Tratar de igualar hacia fuera no resuelve los problemas hacia adentro. No imagino que hay en la mente de Gabriel, pero haré el intento con algunas teorías; quizá nuestro honorable se aventuro con una posición politico partidista aceptable para sus amigos y excompañeros de derecha, parecer imparcial, obtener visibilidad luego de suscribir la mesa de trabajo por “la infancia” de Sebastián Piñera, en lugar de iniciar su contribución en la comisión de familia presidida por su compañera de coalición Pamela Jiles, ego, ingenuidad profunda o querer ser figura.
Quizás la alternativa es “ninguna de la anteriores”, pero da la impresión de un doble corazón, una especie de disociación entre su propia historia y lo que representa hoy. El año pasado el diputado Boric fue sujeto de polémica por utilizar una embarcación de la armada junto a su familia para ensalzar la figura de uno de sus antepasados que inmigro a finales del siglo XIX en busca de oro, a través de un pequeño monumento en isla Lennox, pero ¿Quién homenajea a los Yaganes?¿Condenamos las violaciones a los DDHH de los pueblos originarios en la zona? ¿La fiebre del oro tuvo que ver con la salida de los Yaganes de isla Lennox?.