Por: Francisca Cáceres Pastrán, TENS Centro Quicalcura. Centro de apoyo para personas con demencia y sus familias.
¿Qué es envejecer?
Envejecer es el proceso biológico de nuestro organismo en el cual se distinguen importantes cambios estructurales y funcionales que se desarrollan a lo largo del tiempo. Considerando que en nuestro país existe un aumento en el grupo de las personas mayores de 60 años, alcanzando un 14,7% de la población total1 y más aún, la esperanza de vida alcanza los 76,7 años en hombres y 81,8 años en mujeres2, es importante preguntarse ¿cómo vivir mejor y más años?. En este contexto cobra relevancia el concepto calidad de vida, el cual se define a partir del modo en cómo la persona satisface sus necesidades a través de todo su ciclo vital, siendo éste un indicador de bienestar social.
Según el Dr. José Ávila Funes del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición de la ciudad de México. (2013) “Al hablar de calidad de vida, nos referimos a un concepto que hace alusión a varios niveles de la generalidad, desde el bienestar social o comunitario hasta ciertos aspectos específicos de carácter individual o grupal. La calidad de vida se evalúa analizando cinco áreas diferentes, bienestar físico (con conceptos como la salud, seguridad física), bienestar material (haciendo alusión a ingresos, pertenencias, vivienda, transporte, etc.), bienestar social (relaciones personales, amistades, familia, comunidad), desarrollo (productividad, contribución, educación) y bienestar emocional (autoestima, mentalidad, inteligencia emocional, religión, espiritualidad)”. A partir de esto resulta fundamental promocionar y fomentar la calidad de vida en el envejecimiento, considerando que varios de estos niveles se ven mermados afectando negativamente a dicho grupo.
Es por ello que se hace necesario incentivar un envejecimiento activo, el cual se entiende como “el proceso de optimización de oportunidades de salud, participación y seguridad, es decir, la capacidad de las personas para utilizar las oportunidades que ofrece la sociedad” (Kornfeld, R., & Carvajal, M. P. (2010). Diplomado en gerontología social para ejecutores del programa vínculos. Pontificia Universidad Católica de Chile). De esta manera la persona mayor tomando un rol activo en la sociedad refuerza su capacidad de independencia, desarrollo personal y funcionalidad, a través de la participación social, haciendo uso de sus derechos (salud, educación, información, etc.) en instituciones ya sean públicas o privadas.
En virtud de lo anterior, según lo propuesto por la OMS, en su “Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud” (2015), se proponen estilos de vida saludables que guardan relación con el entorno y en la interacción que establecen con él. En esta línea podemos mencionar los siguientes tips para favorecer un envejecimiento activo:
-Alimentación e hidratación adecuada. Dieta según previa evaluación con nutricionista.
-Realizar actividad física 3 veces por semana (caminata, bicicleta, natación, etc) entre 20 a 30 minutos.
-Evaluación médica periódica preventiva y/o de enfermedades crónicas.
-Promover la participación y organización de personas mayores, con el fin de fortalecer y empoderar las organizaciones sociales pertenecientes a este grupo etario.
-Fomentar una actitud optimista y proactiva:
mantener actividad mental y física, cambiar la imagen de dependencia o
discapacidad.
Lo más importante es SENTIRSE VIVO Y DISFRUTAR al máximo esta etapa de la vida.