María Pilar Rodríguez, vecina de Calle Larga
Vecinos del valle de Aconcagua y ex trabajadores llegaron hasta el recuperado edificio ¬–que abrió nuevamente sus puertas en el Día Nacional del Patrimonio Cultural– para conocer más sobre la historia ferroviaria de la zona.
En el Día Nacional del Patrimonio Cultural, más de 300 personas visitaron la ex estación del ferrocarril de Los Andes para conocer algo más de la historia del recordado ferrocarril Trasandino. Entre ellos, ex trabajadores quienes viajaron en el tiempo a una época que hoy evocan con nostalgia. A sus 93 años, Moisés Sandoval dijo que ver recuperada la ex estación de trenes de Los Andes es “una alegría para el corazón”.
Con más de tres décadas como funcionario del servicio, Abimelec Cataldo apuntó que el lugar es un símbolo de la cultura andina, mientras que su colega Jaime Carvajal observó emocionado el histórico edificio: “Representa una época de mi vida que no olvido”. “Me llena de satisfacción ver que este lugar pueda recibir gente”, añadió Víctor Calderón.
Por segundo año consecutivo, el edificio –rehabilitado por División Andina gracias a un proyecto del Fondo de Inversión Social de Codelco– abrió sus puertas a la comunidad en esta jornada. Hasta el histórico inmueble llegaron familias completas y jóvenes, quienes disfrutaron de una muestra fotográfica, trenes en miniatura y la música de la orquesta FOSILA, familiarizándose con la historia del Trasandino.
UN EDIFICIO CON HISTORIA
Las máquinas en miniatura permitieron a José Miguel Ibarra, de 12 años, imaginar la época de esplendor para la actividad ferroviaria en el Valle de Aconcagua, en la primera mitad del siglo XX: “Me encantó ver cómo eran los trenes”. Su madre, María Pilar Rodríguez, valoró que “es maravilloso que mis hijos puedan conocer la estación desde la que viajé cuando era una niña”.
La jornada fue un punto de encuentro para diversas generaciones, desde antiguos amigos y ex compañeros de trabajo hasta niños y jóvenes, quienes se empaparon de las historias que permanecen en la memoria de quienes abordaron alguna vez el recordado ferrocarril.
Rodrigo Quijada, andino de 38 años, destacó que “es súper interesante ver este edificio recuperado, lo había visto cuando estaba deteriorado, pero no había venido nunca a verlo en el estado que está ahora y es súper importante para que los niños conozcan nuestra historia, nuestra cultura”. “Vine con mi hijo, porque él es un amante de los trenes, ojalá estos espacios sigan abiertos para la familia”, comentó por su parte el sanfelipeño Alejandro Cárcamo.
“RECUPERAMOS UN ESPACIO HISTÓRICO”
La recuperación del edificio de la ex estación de trenes de Los Andes, concretada a fines de 2014, abrió un espacio para la cultura y la educación en el Valle de Aconcagua. Hoy, allí se forman más de cien niños de la Fundación Orquesta Sinfónica de Los Andes (FOSILA). En paralelo, el proyecto considera la restauración del mural El Abrazo de los Pueblos, de Gregorio de la Fuente, símbolo del histórico inmueble.
“Este es un proyecto que llena de orgullo a División Andina, ya que representa la recuperación de un espacio histórico para el Valle de Aconcagua, pero también mirando hacia el futuro, al abrir un lugar para el fomento de la cultura, la educación y la memoria de las comunidades”, señaló Carlos Ríos, director de Desarrollo Comunitario de Andina.