Al no tener obras de acumulación de agua, los usuarios del río Aconcagua están entre los más avanzados en la incorporación de nuevas tecnologías para automatizar las mediciones y distribución del recurso. En la fotografía, Javier Crasemann, presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del río Aconcagua.

Pese a las últimas lluvias y a la nieve caída en la Cordillera de los Andes, sigue la preocupación por la escasez hídrica en Aconcagua, ya que la sequía se prolonga por 12 años, a tal punto que según los últimos informes el balance indica que el déficit de lluvias se mantiene un 70 por ciento y el de nieve acumulada llega al 55 por ciento en Portillo, respecto a un año normal.

Ante esa cruda realidad el presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del río Aconcagua, Javier Carasemann, volvió a plantear la necesidad de contar con un embalse de cabecera sobre la cuenca, según publica El Mercurio.

La nota plantea que en Aconcagua, la búsqueda de acuerdos de la entidad que reúne a los regantes de la primera sección se enfoca en la relación con la empresa sanitaria Esval, que abastece de agua a la Región de Valparaíso, para dar preferencia al consumo humano. Sin embargo, reclaman no haber recibido compensaciones por parte de la empresa por ceder el agua.

«El consumo per cápita de agua potable ha ido en aumento y, además, en el caso de Valparaíso, se dispara a partir de diciembre, por los veraneantes. Como no tenemos embalse y los caudales son variables, y al mismo tiempo en los meses de riego aumenta esa demanda, toda la escasez de agua hoy la está asumiendo la agricultura», asegura Javier Clasemann, y plantea que sería positivo impulsar una campaña de ahorro de agua en los próximos meses o establecer un incentivo para consumir menos en los hogares.

NUEVAS TECNOLOGIAS

Al no tener obras de acumulación de agua, los usuarios del río Aconcagua están entre los más avanzados en la incorporación de nuevas tecnologías para automatizar las mediciones y distribución del recurso.

«Creo que somos la única sección completa de enrío que hoy está manejada desde un celular. Además, tenemos compuertas volumétricas que generan datos para manejar autoáticamente el caudal disponible, ya que no es fácil saber cuánta agua tienes para repartir cuando no cuentas con un embalse, así es que estamos avanzando en esa área, lo que es mucho más eficiente», afirma Javier Crasemann.

Una de las dificultades que enfrentan es que los canales seno muy extensos, por lo que el agua a veces demora más de cuatro horas en llegar desde el río a un punto final y, si en el interinato el caudal disminuye el agua no llega, lo que están intentando solucionar.

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