Proyecto gracias a alianza con la Agrupación Pro Ayuda al Menor.
Nuevas herramientas que vienen a mejorar el proceso educativo se han implementado recientemente en la Escuela Especial Valle Andino, gracias a la alianza del establecimiento municipal andino y la Agrupación Pro Ayuda al Menor. Se trata de la instalación de 200 metros cuadrados de pasto sintético en patios y salas, además de dos modernas piscinas terapéuticas tipo jacuzzi para el desarrollo de los alumnos.
El agua, es un preciado elemento asociado a la salud y bienestar humano. La terapia acuática, resulta eficaz como tratamiento para personas con diversas patologías neurológicas, proporcionando una mayor integración del esquema corporal y una mejora de la propiocepción. Paula Smith, kinesióloga de Escuela Valle Andino señala: “son saunas de hidromasaje, se puede utilizar agua caliente y fría, ayuda mucho a las técnicas de hidroterapia y relajación”.
Con respecto al pasto sintético, los patios son más seguros y cómodos, con mayor libertad de movimiento para los alumnos. “Da la posibilidad de que estén descalzos, lo que ayuda a la estimulación sensorial, diferentes cambios de posiciones o traslado en el pasto que es mucho más amigable que el cemento que teníamos anteriormente”, agrega Paula Smith.
Álvaro Fernández, director de la unidad educativa, destaca la constante contribución de la Agrupación Pro Ayuda al Menor al establecimiento: “nos llena de alegría tener la gran oportunidad de tapizar la cancha con pasto sintetico es un aporte muy valioso, permite a nuestros estudiantes jugar, entretenerse y encontrarse en términos de comunicacion social, también las piscinas. Estamos muy contentos y agradecidos, el aporte nos ha permitido implementar una serie de cosas que hacen crecer mucho a nuestros estudiantes”.
AGRUPACIÓN PRO AYUDA AL MENOR, MÁS DE 20 AÑOS APOYANDO A NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
El apoyo de la Agrupación Pro Ayuda al Menor en Escuela Valle Andino no es nuevo, son cerca de diez años de constantes proyectos en conjunto, entre ellos implementación deportiva, equipamiento para talleres laborales o la “Casa Funcional”, donde los alumnos aprenden a desarrollar actividades domésticas cotidianas que mejoran su autonomía y favorecen la motricidad, adquiriendo herramientas para enfrentar la vida laboral y una mayor integración social.
Pero no todo el aporte es material, también son un apoyo fundamental en la parte afectiva. Marcela Herrera, relacionadora pública de la entidad que reúne a esposas de trabajadores de Codelco División Andina, señala que también han prestado apoyo a otras instituciones educativas, hogares, casas de residencia u hospitales: “gracias a esta agrupación y otras personas que ayudan en forma anónima y generosa hay niños que hoy pueden tener un mejor tratamiento, debe haber una inclusión de todos, con amor, cariño y respeto que hace falta en nuestra sociedad. Estamos felices de lo que hemos podido hacer durante todos estos años”.