Por: Raúl Ramírez, Psicólogo Organizacional, Universidad Andrés Bello
Las personas necesitan en algún momento del año una instancia que les permita un descanso y reposición de su energía no solo a nivel físico, sino también a nivel psicológico. Por lo mismo, el periodo vacacional constituye un mecanismo necesario y adaptativo. El problema puede acontecer cuando no logramos sobrellevar y ajustarnos al periodo posterior a las vacaciones, lo que se puede expresar en lo que en Psicología de la Salud Ocupacional se conoce como estrés postvacacional. Este fenómeno da cuenta del proceso enfrentado por la readaptación o cambio del estilo de vida que supone asumir las obligaciones laborales habituales.
En efecto, al reincorporarnos al trabajo, las personas enfrentamos una adaptación a las demandas del ambiente, ante lo cual no todos respondemos de la misma forma y que muchos pueden vivenciar en forma de reacción de estrés. Esto se materializa en experimentar dificultad para volver a los horarios habituales o para enfrentarse a nuevas responsabilidades u obligaciones, lo que puede suponer aumento de ansiedad, o bien incidir de forma inicial en el desempeño, motivación o bien en el interés durante los primeros días. Lo importante es poder ajustarse de modo adaptativo a este proceso, para lo cual aquí se sugieren algunas pautas o sugerencias, todas ellas centradas principalmente en la prevención.
Asuma las actividades de modo progresivo: esto es, a medida que se acerca el fin de vacaciones, un retorno progresivo a la rutina habitual puede facilitar que el cambio no resulte tan drástico. Por lo mismo, se sugiere establecer una organización de las tareas a realizar, estableciendo prioridades en función de los requerimientos y empezando por las que sean más motivadoras. Haga una programación previa del retorno al trabajo. Evite que la motivación esté exclusivamente centrada en el periodo vacacional, es decir, no es recomendable que la persona esté en permanente deseo de las vacaciones durante todo el año, lamentándose por esto. En esta línea, se recomienda mantener ciertas aficiones, que pueden haberse iniciado en vacaciones, manteniéndolas a lo largo del año.
Regularice los ciclos sueño vigilia: es sumamente importante que las personas regularicen los ritmos en su retorno al trabajo, especialmente considerando que en el periodo vacacional estos esquemas pudieron verse alterados. Es fundamental organizarse de tal modo de cumplir con las ocho horas de sueño reparador recomendadas por la noche. Dé un uso óptimo del tiempo libre. No sólo las vacaciones constituyen un espacio para recrearse, divertirse o descansar.