Por: Gonzalo Gallardo, Director Carrera Fonoaudiología U. Andrés Bello, sede Viña del Mar
La voz se ve muy afectada en periodos de estrés. Esta afectación será más significativa en individuos que utilizan su voz de manera profesional o bien, que la utilizan como su instrumento de trabajo. Acá está el caso de profesores, cantantes, actores, abogados, ejecutivos de call center o cualquier profesión u oficio que requiera el uso de la voz para su desempeño.
El estrés es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante. En otras palabras, es el modo en que el organismo reacciona ante un desafío.
Se recomienda evitar las situaciones que provocan tensión a nuestro organismo, pero al lado de esto, también hay medidas necesarias para fortalecer y cuidar nuestro sistema vocal, a pesar del estrés que nos acompaña en nuestra vida diaria.
Estas medidas en conjunto, se conocen como “Higiene Vocal”, y dentro de las más comunes se pueden mencionar: Beber al menos 2 litros de agua cada día (sobre todo cuando se está utilizando la voz en el desempeño laboral); preparar la musculatura involucrada en la fonación a través de ejercicios de calentamiento vocal; evitar el consumo de cafeína, no fumar, evitar los cambios bruscos de temperatura, y tener horas de sueño suficientes para el descanso necesario cada día.
Finalmente, entender y tomar conciencia que somos individuos integrales y los estados permanentes de estrés pueden provocar, entre otras cosas, alteraciones en nuestra voz que impedirán una comunicación espontánea, expresiva y eficaz con el mundo que nos rodea.