El Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet ya tiene definida la creación de la Región de Aconcagua, a juzgar por un estudio de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, donde el consejo de expertos, convocado por la mandataria para implementar estos lineamientos territoriales, ya comenzó a trabajar en las propuestas para resolverlos. Entre los temas que están considerados, figura precisamente el aspecto administrativo de la división de las regiones de Valparaíso y Biobío.
El estudio en cuestión pudo establecer que la fragmentación de las tres grandes metrópolis del país fue uno de los principales problemas que detectó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCEDE), a la hora de analizar la institucionalidad de las ciudades chilenas.
De acuerdo a lo que se señala en el EM las tres urbes que se identifican como metropolitanas (más de 500 mil habitantes) están conformadas por múltiples comunas. Y cada una de ellas, con autoridades y una autonomía que dificulta una planificación común. En lo concreto, esto se refleja en la falta de mantención de espacios comunes o en la ejecución de obras con escala comunal, como las ciclovías que no tienen continuidad más allá de las fronteras de una comuna.
Este déficit también es central en la Política Nacional de Desarrollo Urbano, promulgada el año pasado. Por ello, el consejo de expertos, convocado por la Presidenta Bachelet para implementar estos lineamientos, ya comenzó a trabajar propuestas para resolverlos.
En un informe que harán llegar a la Mandataria, se propone crear dos nuevas regiones metropolitanas: una en Valparaíso, con la provincia del mismo nombre, la de Marga-Marga y San Antonio. Así, el resto de la actual V Región pasará a formar parte de la Región de Aconcagua.
La iniciativa, como ya se sabe, coincide con el apoyo que los alcaldes de las comunas de las provincias de Los Andes, San Felipe, Petorca y Quillota dan a la idea de formar parte de una nueva región, la de Aconcagua.
Las autoridades locales de Aconcagua han declarado en numerosas ocasiones que ello mejoraría nuestra participación en las inversiones públicas y la presencia local de servicios públicos.
La otra es la de Metropolitana de Concepción, conformada por la provincia homónima. Así la Provincia de Arauco se anexaría con la Región de La Araucanía y el resto conformaría la nueva Región de Ñuble.
A nivel local, las opiniones sobre las garantías de crear la Región de Aconcagua están dadas por la certeza y convicciones que tienen las autoridades y sectores de la comunidad organizada de que descentralizar el poder político en una nueva zona territorial va a traer progreso, crecimiento, desarrollo y grandes posibilidades de vida para la gente.
El documento indica que se optó por esta modalidad porque es más «eficiente» que generar un alcalde mayor, una coordinación de alcaldes o modelos utilizados en otros países. Esto se relaciona más con la nueva legislación. De esta manera, se toma la estructura de gobiernos regionales y se delimitan las regiones metropolitanas, que tienen una complejidad de esa escala. Por eso no pueden ser regiones tan pequeñas como para no alcanzar a resolver todos los problemas del territorio, como rellenos sanitarios que se requieren fuera del área urbana, pero tampoco tan grandes como para que se escape de los problemas de la ciudad.