Se limpiarán 11 kilómetros de colectores de aguas servidas en Aconcagua.
Con la utilización de nuevas tecnologías en sus operaciones, Esval se encuentra ejecutando el programa anual de mantenimiento preventivo de las redes de aguas servidas y el Plan Invierno 2019, trabajos que tienen por objetivo enfrentar de mejor manera situaciones propias de la época invernal como obstrucciones y rebases del alcantarillado, afloramiento de aguas servidas y la eventual incorporación de aguas lluvias al sistema.
Las labores que se ejecutan fueron presentadas la mañana de ayer por el subgerente zonal de la empresa sanitaria, Ennio Canessa, a representantes de autoridades y de la comunidad, entre ellos Macarena Mera, gestora territorial de la gobernación provincial; Jorge Ponce, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos; dirigentes de las juntas de vecinos de la Población Irene Frei y de la Remodelación Viña del Mar
En la ocasión se informó que el mantenimiento que se realiza actualmente comprende 52 kilómetros de alcantarillado a nivel regional, lo que equivale aproximadamente a la distancia entre Los Andes y el Túnel La Calavera, lo que durante todo el año abarcará una longuitud de 432 kilómetros de redes.
A su vez, se precisó que en el Valle de Aconcagua se está efectuando la limpieza de más de 11 kilómetros y que a fin de año alcanzará cerca de 65 kilómetros en la zona.
En todo ello la inversión que realiza la empresa en toda la región supera los $625 millones.
TRABAJOS QUE SE REALIZAN
Al respecto, Canessa explicó que dichos trabajos se llevan a cabo principalmente con el camión denominado “combinado”, que con la utilización de una manguera de alta presión y a través de un cabezal tiene la capacidad de succionar y extraer los materiales que pueden hallarse en las tuberías.
Esta labor se ha complementado con la video inspección, que consiste en la utilización de pequeñas cámaras que se introducen en los colectores y permiten verificar el estado de ciertos tramos o detectar obstrucciones.
A dichas herramientas tecnológicas se han sumado sensores de nivel en algunas zonas, que permiten constatar en tiempo real el volumen de caudal en una cámara y en el caso se producirse un aumento sobre parámetros aceptables los dispositivos envían alertas, con lo cual los equipos de emergencia adoptan acciones y se anticipan a un eventual vertimiento.
Gracias a ello, Esval ha aumentado la eficiencia en el monitoreo de la red de aguas servidas, logrando prevenir emergencias y evitar colapsos de la red.
ENCONTRADOS HASTA SOMIERES
Canessa señaló que por medio de estos trabajos se encuentran y extraen diversos elementos que son arrojados por la comunidad al alcantarillado, entre estos palos, bolsas, trapos, aceites, arena, piedras, muletas y hasta somieres, “que nos genera complicaciones porque la red de recolección está hecha para transportar agua”.
Por tal motivo, insistió en el llamado a las personas a no arrojar elementos sólidos al alcantarillado ya que es relevante el cuidado de la red de aguas servidas, considerando que cerca del 60% de las obstrucciones se debe al mal uso.
