Programa de mantención de redes de aguas servidas tiene una inversión de $102 millones a nivel regional, de los cuales cerca de $24 millones corresponden a las provincias de Los Andes y San Felipe.
Un total de 78 kilómetros de colectores en las provincias de Los Andes y San Felipe limpiará Esval en el presente año, como parte de su Plan de Mantenimiento Preventivo de redes de aguas servidas, que tiene una inversión de $102 millones a nivel regional. La inversión, sólo en el Valle del Aconcagua, bordea los $24 millones, y a la fecha ya se han limpiado más de 35 kilómetros de colectores.
En el marco de este programa, Esval realizó un operativo de limpieza en la población Bellavista, de Los Andes, en uno de los colectores ubicados en calle Óscar Granadinos. Este operativo contó con la asistencia del alcalde Manuel Rivera, el subgerente zonal de Esval, Ennio Canessa y el presidente de la Unión Comunal de Los Andes, Jorge Ponce, además de dirigentes vecinales de la comuna y el sector.
“Nuestro plan está diseñado para poder mantener un adecuado servicio de recolección y conducción de las aguas servidas, de manera de cumplir con los estándares de calidad hacia nuestros clientes. Esto permite prevenir potenciales eventos de rebases en la red, o la presencia de malos olores asociados a obstrucciones del sistema, a través de la limpieza de colectores principales, cámaras de rejas y pozos desarenadores”, explicó Canessa.
Por su parte, el alcalde Rivera destacó que “este tipo de acciones demuestra el compromiso de Esval para mantener su infraestructura en las mejores condiciones. Son muchos kilómetros intervenidos en la región y particularmente en nuestra comuna, y este es un sector sensible, donde el sistema de alcantarillado muchas veces se ve complicado también por mal uso de la comunidad. Por ello, estamos sensibilizando y educando a los vecinos para que la red pública funcione en forma adecuada”.
Ninfa Cortés, presidenta de la Junta de Vecinos Bellavista II, agradeció el trabajo realizado por Esval. “Lo más complejo de nuestra población es la suciedad de los ductos, donde la mayor responsabilidad es de nosotros mismos, por la cantidad de objetos que se arrojan al alcantarillado. Esto es una ayuda enorme, porque soluciona el tema de los olores y nos permite tener una mejor calidad de vida y educar a nuestros vecinos”, señaló.