Por: Guillermo Zenteno, ex presidente de Trasandino de Los Andes
Con el paso de las semanas y el espíritu más quieto recordamos a nuestro dirigente, señor Ramón Aguirre Fredes (Q.E.P.D.), fallecido en Santiago, que durante la década de los 80 fue protagonista junto a un selecto grupo de andinos que con dedicación y trabajo afrontaron el compromiso con el desarrollo del deporte más trascendente en el mundo, el fútbol. La ciudad de Los Andes junto a la comunidad minera de Saladillo consolidaron, en esos años, una férrea alianza que permitió el fortalecimiento institucional de Trasandino de Los Andes, alcanzándose logros deportivos que no han vuelto a repetirse.
En esa epopeya destacó Ramón Aguirre, quien no sólo aportó con constancia y agudeza, su mirada como ex futbolista amateur en La Serena, en los análisis y recomendaciones dirigenciales. Con su personalidad, tranquila, realista y efectiva se sumó a los análisis de soluciones a los desafíos permanentes de la Institución. Su trabajo lo llevó a dirigir un programa de mejoramiento integral del recinto deportivo de Hermanos Clark. Dada la necesidad de reemplazar una buena cantidad de tablones y otras piezas fundamentales de las graderías, viajó a Valdivia junto al dirigente Luis González y adquirieron allí dos carros de ferrocarril completos con el producto dimensionado, que rápidamente se utilizó mejorando con ello la seguridad del recinto.
Así era Ramón Aguirre, comprometido con su responsabilidad con el Club como lo fue también en sus más de 30 años como dibujante proyectista en la División Andina. Allí en medio de la cordillera formó parte de un grupo de hombres y mujeres que hizo su aporte al desarrollo de las actividades mineras, cuyo fruto económico tanto ha significado para el país. La vida le deparó grandes alegrías junto a su esposa y sus dos hijos, quienes recibieron y compartieron con él su total congruencia entre lo que era su ser interior con lo que mostraba a todo su entorno. Su espíritu maduro, reflexivo y perseverante en lo familiar lo derramó en su aporte generoso a la Institución.
Al recordarlo, siempre quedará en nuestros corazones su saludo afectuoso, su mirada cariñosa, su afán de servicio y su búsqueda permanente de aportar a los demás, lo que canalizó con tanto ahínco en el Club.
