Por: Felipe Díaz, académico Facultad Enfermería U. Andrés Bello
La mayoría de las enfermedades cardiovasculares son prevenibles. Existen factores de riesgo no modificables, es decir, son aquello en que no podemos hacer nada para disminuir o eliminar su efecto como la edad. Hombres de 45 años en adelante y mujeres de 55 años en adelante. Alrededor del 82% de las personas que mueren de enfermedades coronarias son mayores de 65 años.
Las mujeres tienen más riesgo de muerte por ECV debido a que los síntomas presentados en ellas son más inespecíficos en comparación con los hombres. Además, si una persona ya tuvo un evento cardiovascular, tiene más riesgo de padecer un segundo episodio.
Los hijos de padres con enfermedad cardiaca son más propensos a desarrollarla también.
Hay que poner énfasis en la necesidad de prevenir los factores de riesgo modificables, es decir, aquellos en que se pueden disminuir o anular completamente su efecto a través de cambios en nuestro estilo de vida. Afortunadamente son la mayoría de los factores de riesgo. Entre estos factores están: el colesterol alto (Dislipidemia), Diabetes, Hipertensión, Tabaquismo y Obesidad.
Nueva evidencia ha mostrado que la depresión y el estrés son factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir un evento cardiovascular. Es importante considerar esto ya que estos factores son cada vez más prevalentes en la población chilena.