Por: Eugenio Astudillo Leal
Cada día; como sujetos habidos de información, estamos más expuestos a recibir noticias falsas en los diversos medios tecnológicos actuales, especialmente los relacionados al Internet y a las redes sociales. Si bien es cierto, la creación de rumores de diversas índoles no es nada nuevo en el comportamiento humano, la modernidad y la gran disposición de estos nuevos medios para trasmitir datos e imágenes, han permitido a los “avispados” de siempre, convertirlos fácilmente en un canal de trasmisión de noticias falsas, de diversas motivaciones, en forma anónima, con el único objetivo, que en base a la credibilidad del medio tecnológico que las divulga; Facebook, Whats app, twitter, influya en nuestros pensamientos, comportamientos y acciones.
Las “Fake News”, nombre como internacionalmente se identifica a este fenómeno, no solo afecta o ha afectado a nuestra pequeña sociedad nacional, sino que también a otros grandes e importantes países, en donde se ha influido descaradamente en la población en situaciones de grandes decisiones, como son las elecciones de presidente en los Estados Unidos, la salida de Inglaterra de la Comunidad Europea, y el descredito de grandes marcas internacionales, de variados productos de consumos y servicios diversos en general.
Lo más lamentable hoy, es que a través de estas mismas redes sociales, como en internet se promocionan varias páginas para que los ociosos puedan crear noticias falsas, ya sea para hacer bromas, desprestigiar a alguien, fomentar a algún movimiento ideológico o individuo, convirtiendo el hecho en algo frecuente, lo que ha llevado a que en otros países, más avanzados que nosotros, ya se esté legislando sobre la materia, ya que se ha llegado al extremo de que: por ejemplo, una gran potencia como Estados Unidos, esté comprobando mediante juicio político, si su actual presidente o sus comandos, usaron estos medios en las elecciones presidenciales pasadas, para engañar a los votantes americanos, incluso con la ayuda de su súper rival de siempre; Rusia.
Aquí en casa, la situación no ha llegado a tanto, pero por medio de las redes sociales y páginas de servicios de Internet, diariamente, están llegando videos truchos y/o acomodados, avisos y panfletos de diversas orientaciones políticas o de bromistas, que lanzas sus publicaciones al sistema, creando confusiones en quienes de buena fe leen estos mensajes, llevándolos al dilema de aplicar el antiguo dicho de que “entre creer y no creer es mejor creer”, motivando con esto la creación de falsas ideas, o expectativas sobre algo o alguien, lo que luego trasmite o comparte con su grupo asociado, poniéndole; a veces, más de su cosecha, malogrando con esto gratuitamente la imagen de un organismo público o privado, un individuo, o una comunidad.
Lo peligroso de este tema es que se nos acerca un año de elecciones municipales y de gobernadores regionales, en donde esta nueva forma de influir a las personas va a hacer la base de la campaña electorales, porque dada nuestra condición de ser copiones siempre de lo malo, ya deben haber muchos personajes a candidato a algo, que por el precio, el gran universo de público asociado a las redes, y porque el sistema no está regulado, podrán decir lo que quieran de sus contrincantes y sus movimientos, sean estas verdades o no, total el moderno sistema aguanta.
Por eso importante tener claro; desde ya, estas debilidades del todas las redes sociales, en que cada día se nota más entre las diferentes páginas de la web y celular, que si se puede influir negativamente en nuestras tomas de decisiones, porque habitualmente nosotros, no analizamos la veracidad de sus contenidos.
Lo importante es echar andar la mente y discernir nosotros lo que es verdadero o falso. Para eso está la comprobación con los medios normales de comunicación, como nuestro u otros diarios, que permiten confirmar la veracidad de la noticia, y que no se trata de una nueva “Fake News”, ya que nuestras bases de información, por principio y valores, deben ser siempre fidedignas.