Hoy será su funeral en el Cementerio Parroquial de Los Andes
A los 67 años dejó de existir el padre Eugenio Ramón Duque Norero, párroco de la iglesia de Almendral de San Felipe, a quien se le atribuye haber contribuido a la devoción de San Expedito en las provincias de Los Andes y San Felipe, que convoca a numerosos fieles los días 19 de cada mes.
El sacerdote falleció a las 19:30 horas del martes en la Casa Sacerdotal Santo Cura de Ars de la comuna de Providencia, Santiago.
FUNERAL EN LOS ANDES
Al respecto el Obispado de San Felipe informó que sus restos están siendo velados en el templo parroquial donde a las 11:00 horas de hoy jueves se celebrará una eucaristía que presidirá monseñor Cristián Contreras Molina, Obispo de la Diócesis de San Felipe acompañado por el clero de la iglesia de Aconcagua, familiares, amigos y fieles de la comunidad de Almendral.
Posteriormente sus restos serán trasladados al Cementerio Parroquial de Los Andes para ser sepultado en el Mausoleo que la congregación Carmelitas Descalzas le donó al Obispado para sepultar a los religiosos de la diócesis.
El padre Duque por casi 17 años realizó su servicio pastoral en esa parroquia rural con sabiduría, buen humor y una piedad profunda, siendo un hombre sencillo, cercano y acogedor.
El año 1998 llegó a trabajar en el Santuario de Teresita de Los Andes. Muy pronto se dio a conocer, asesorando al grupo de matrimonios que, iniciando un trabajo de “pastoral familiar” los días domingo en el Santuario. Ese mismo año, el entonces Obispo de San Felipe, Monseñor Manuel Camilo Vial, lo nombró Asesor Diocesano de la Pastoral Familiar. Donde inició en la Casa Juan XXIII Cursos para Matrimonios de Parroquias y Movimientos de la Diócesis.
En el año 1999 el Padre Eugenio dejó los Carmelitas y el Obispo Vial lo acogió en la Diócesis de San Felipe, continuando como Asesor de la Pastoral Familiar. Desde entonces comenzó a vivir en la casa parroquial de El Almendral.
En la tarde del 7 de mayo del año 2000 le fue entregada oficialmente la responsabilidad de la Parroquia San Antonio de Padua de Almendral, como Administrador Parroquial.
En el año 2000, el Obispo le pidió hacerse cargo del Hogar Pablo VI. En él tuvo una actuación muy valiosa. Reorganizó la forma en que estaban repartidos los niños y jóvenes en las diversas casas, junto con el sistema de trabajo que se realizaba con ellos y sus familias. Además, con los profesionales y educadores de trato directo, comenzó a elaborar un nuevo modelo de Hogar.