Por: Patricio Arroyo Jofre, director de Escuela de Pedagogía en Educación Física Universidad San Sebastian
Tenemos un nefasto resultado. El Reporte Global de Notas de Actividad Física en Niños y Adolescentes 2018, que evaluó las tendencias globales en cuanto a vida activa y salud en 49 países, incluido Chile, nos cataloga como el segundo país con la más baja población activa. Esto es realmente preocupante.
Ya son conocido los beneficios del ejercicio en la prevención de enfermedades asociadas a la inactividad, y no solo eso, sino su potente efecto en enfermedades que nos aquejan actualmente como lo son algunos cánceres. ¿Pero qué nos pasa?, ¿por qué no tomamos en consideración lo expuesto anteriormente?
Dicen por ahí que es muy difícil enseñar nuevos trucos a perros viejos, es por esto que debemos apuntar a las nuevas generaciones, para que conozcan y entiendan los beneficios que trae consigo la practica regular de actividad física.
Existe un sinnúmero de estudios que nos señalan que un niño con sobrepeso tiene alta probabilidad de convertirse en un obeso adulto, a no ser que cambie una serie de condiciones que modifiquen su medio ambiente. Es por esto que, si no logramos instaurar el hábito de que tener un peso equilibrado provoca salud en el organismo, nunca lograremos disminuir los altos índices de sobrepeso y obesidad en la población adulta, así como la inactividad física.
El ejercicio es un factor protector en la aparición de enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad. Lamentablemente, falta mucho para que las personas entiendan que el hábito de realizar ejercicio periódico es para mejorar la calidad de vida y no para fines estéticos, lo segundo viene por añadidura. Obviamente una persona que realiza ejercicio va tener mejor imagen corporal.
El trabajo debe realizarse con una mirada multidisciplinaria, que involucre a la comunidad, a los padres, a la familia, etc. Efectivamente, creo que los colegios están al debe al enfrentar esta pandemia, ya que, si bien la educación física es una instancia para lograr este hábito generando un cambio en la población, educando a la familia y el entorno de los niños, debe ser preocupación de todos.