Nueve personas resultaron damnificadas, este éstas cuatro niños.
Momentos de sumo dramatismo y desesperación enfrentaron las dos familias que resultaron damnificadas a consecuencia del voraz incendio que en cosa de minutos destruyó una casa en su totalidad y dejó otra con serios daños, emergencia ocurrida en el pasaje Uspallata de la Población Los Libertadores en el sector oriente de la ciudad de Los Andes.
Lo anterior, porque al interior de ambos inmuebles siniestrados la noche del pasado jueves se encontraban acostados sus moradores y que debieron escapar del fuego para poner a salvo sus integridades físicas, lo que no estuvo exento de dificultades, cuyos jefes de hogar, en medio de la pesadumbre, agradecieron a Dios porque allá de las pérdidas materiales ninguno de los integrantes sufrieran lesiones.
La emergencia se desencadenó alrededor de las 21:00 horas y tuvo su origen en la vivienda signada con el Nº 1385, la que rápidamente fue envuelta por las llamas que por el techo se propagaron hacia el domicilio vecino Nº 1371.
Los afectados del primer inmueble son el matrimonio conformado por Melquisiade Herrera Montanario (62) y Danis Herrera Gutiérrez (64), su hijo Daniel (37) y sus nietos Javiera (12), Sofía (8) y José (7); en tanto que del segundo los cónyuges Emanuel Alayana (32 ) y Abigael Rodríguez (28), y su pequeño hijo Benjamín próximo a cumplir 2 años.
NIÑA ALERTÓ Y SACÓ A SU ABUELA Y HERMANOS
Fue la nieta mayor la que advirtió una especie de estruendo en la parte delantera de la vivienda y al ir a ver se percató de la presencia del fuego, avisando a su abuela y a sus hermanos, saliendo hacia la calle. Sin embargo, la dueña de casa intentó combatir las llamas arrojando agua con una manguera, siendo la niña quien le suplicó que no siguiera y finalmente un vecino el que la sacó. A esa hora no estaban el jefe de hogar, puesto que horas antes había ido a trabajar en una obra en Los Andes, y el hijo que estaba en Putaendo.
VECINOS ALERTARON A LA OTRA FAMILIA
En tanto, vecinos que intentaban abrir la reja con gritos alertaron del incendio a la familia del segundo domicilio, los que debieron salir por el patio y sorteando una muralla hacia la casa del vecino, ya que se cortó un cable con energía y que electrificó el frontis del inmueble.
ARDUO TRABAJO DE BOMBEROS
De lo que estaba sucediendo mediante llamados telefónicos fue alertada la Central del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, acudiendo las primeras unidades y voluntarios que al llegar dieron por declarada la emergencia y por lo cual fue despachado más personal y carros. En total efectuaron una ardua labor de cortafuegos para evitar el avance, control y extinción 70 voluntarios de la Primera, Segunda, Tercera, Cuarta y Quinta compañías, trabajando hasta pasadas las 23:30 horas.
El comandante Guillermo Fernández indicó que el fuego fue bien violento “porque había bastantes elementos acumulados y de combustión dentro de la casa, construida con materiales sólidos y madera, dificultando el trabajo porque era un inmueble completamente techado, por lo que se debieron quitar elementos para ingresar al domicilio”.
ASISTENCIA Y APOYO A AFECTADOS
También se hicieron presentes en el lugar funcionarios de Carabineros de la Tercera Comisaría y personal del Samu Los Andes, paramédicos que debieron asistir a la señora de la primera casa por el estado de shock y a un bombero que tuvo lesiones leves al ceder el techo.
Esa misma noche se constituyó personal del Departamento de Investigación de Incendio del Cuerpo de Bomberos de Los Andes para la realización de los peritajes y que retomaron en la mañana del viernes, los que permitirán determinar la causa y origen del siniestro.
En tanto, las familias afectadas recibieron el apoyo de vecinos y familiares, además de ayuda por parte del Departamento Social de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la Municipalidad de Los Andes.
A su vez, el viernes se inició el retiro de escombros con la colaboración de la empresa Cosemar.
CAMPAÑA SOLIDARIA
Producto de las consecuencias dejadas por el incendio, se inició una campaña solidaria de recolección de alimentos, ropa y diversos enseres a favor de las familias damnificadas, siendo recibidas en el templo de la iglesia evangélica ubicada en el mismo pasaje.