Por: Mauricio Navarro
Hace unos meses la Comuna de Recoleta sorprendió al país con la instalación de la llamada farmacia popular, con el objetivo principal de proporcionar medicamentos a quienes lo requerían y que no tenían acceso a ellos por su alto costo.
La salud es un don, un regalo preciado que a voluntad de Dios muchos tenemos, pero también son bastantes las personas que sufren graves padecimientos, a veces permanentes, de largos y/o costosos tratamientos. Algunas de estas enfermedades hoy se encuentran cubiertas a través del GES (Garantías Explícitas de Salud) cuyo número, desde la creación de estas garantías en el año 2004, ha ido paulatinamente aumentando siendo hoy 80 enfermedades cuyo tratamiento se encuentran garantizados por ley. Sin embargo, existe un enorme número de enfermedades que no tienen esta cobertura, y respecto de la cual, tanto pacientes como sus familias, emprenden una lucha agotadora, de enormes esfuerzos (muchas veces sin éxito), para enfrentar sus tratamientos, con la ilusión de una vida normal. Todos nosotros sin ninguna duda conocemos personas que se encuentran en esta situación.
La propuesta del Alcalde Jadue de Recoleta nos interpela y a mi en lo personal me identifica: no es posible permanecer indiferente ante esta situación, entendiendo que si no le pasa a uno o a su familia el problema no existe … «que se arreglen como puedan».
El modelo económico basado en la ley de la oferta y la demanda es insensible frente a esta situación, las personas que padecen estas enfermedades en la medida que pueden pagar no son más que un número que compone la demanda, los que no pueden pagar sencillamente quedan fuera del sistema. El espacio para el lucro indebido en los medicamentos es enorme, cuando la demanda es alta y vital y la oferta es poca los precios se elevan y se elevan. Este sistema ha permitido el surgimiento de grandes cadenas farmacéuticas, expresiones de enormes grupos económicos, monstruos fríos e indiferentes cuyo enriquecimiento se basa en la necesidad vital de salud, de la vida de muchos . En esta materia debemos dar un trato muy especial a las históricas farmacias de barrio, las boticas, de las cuales tenemos ejemplos en nuestra ciudad, y que permanentemente han cumplido – y lo siguen haciendo – abnegadamente su vocación de servicio a la comunidad.
El Municipio de Los Andes instalará una farmacia popular, solidaria e integral en nuestra Comuna de Los Andes, y haré todos los esfuerzos para que esté operativa este primer semestre del año 2016. Se orientará a las personas que padecen enfermedades crónicas y/o costosas, que no tengan la capacidad económica suficiente para pagar sus medicamentos y cuyo tratamiento no este cubierto por GES. Los medicamentos serán adquiridos y entregados al costo a quién lo requiera, esto en algunos casos permitirá contar con precios incluso hasta 5 veces menores que los que hoy existen en el mercado. En el presupuesto municipal del año 2016, contemplamos una inversión de 10 millones de pesos precisamente para este fin.
Durante el mes de marzo de este año, contaremos en el Municipio con dependencias en las cuales se realizará la inscripción, a fin de determinar con precisión que personas y que medicamentos formarán parte de este beneficio.
Nuestro objetivo es y debe ser poner a disposición de las personas los medicamentos necesarios para recuperar o mantener la salud, al costo, sin intermediarios, cuando no se encuentren en condiciones de pagar por ellos. No se trata solo de personas en situación de vulnerabilidad social, es perfectamente posible que una familia de clase media deba enfrentar una enfermedad crónica cuyo tratamiento sea muy elevado y no pueda adquirirlo a través del mercado. Con este sistema es perfectamente posible obtener costos muchísimo menores, que le permitirían a muchos andinos enfrentar de una forma digna esta enfermedad.
Por qué la salud es un derecho y no un privilegio …
¡TENEMOS QUE HABLAR!. FARMACIA POPULAR, SOLIDARIA E INTEGRAL.
TENEMOS QUE HABLAR
