Por: Sofía Bravo, académica Escuela Fonoaudiología U. Andrés Bello
Durante el periodo estival, aumenta la frecuencia de visitas a la piscina, a la playa o, simplemente, muchos recurren a jugar con agua en casas, ya que las altas temperaturas de esto meses invitar a refrescarse.
Debido a esta alta exposición a humedad, los oídos pueden sufrir infecciones, por ejemplo, otitis externa, comunes en niños que pasan mucho tiempo en el agua. El agua puede asentarse en el canal auditivo y provocar irritación e infección del oído externo.
Sin embargo, hay formas de ayudar a prevenir las infecciones del oído externo como usar un gorro de baño o tapones para los oídos removibles cuando nada para ayudar a mantener secos los canales auditivos. Secar oídos cada vez que salga del agua, puede usar un secador de pelo o simplemente la toalla. Inclinar la cabeza de un lado a otro después de mojarse para que el agua se drene. ¡Cuidado con los piqueros! Se produce un aumento repentino de la presión en los oídos, debido a la entrada rápida en el agua, lo que puede ser perjudicial para la salud auditiva.
Si todo lo anterior no resulta, converse con su médico otorrino sobre la mejor opción terapéutica.