Filomena soporta el sol y la lluvia para ganarse “las monedas” del sustento diario

Filomena soporta el sol y la lluvia para ganarse “las monedas” del sustento diario

- en Los Andes
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Durante todo el año Filomena se gana la vida sacrificadamente estacionando autos en el supermercado.

Desde los 15 años trabajó como asesora, deshuesadora en la ex conservera Oso, y por muchos años estaciona vehículos en el supermercado Mayorista 10.

Sin saber leer ni escribir, porque su mamá no se preocupó de mandarla al colegio, ha pasado años luchando por el sustento diario con las propinas de los automovilistas.

Usted seguramente ha visto a esta mujer menuda, apoyada en un bastón, que de lunes a domingo, bajo el inclemente sol del verano, el frio y la lluvia del invierno y soportando largas horas de pie se gana la vida honradamente gracias a la generosidad de los automovilistas. “Algunos me tiran mil pesos, otros cincuenta pesos o quinientos pesos. Algunos tiran monedas pero otros no me dan nada”.

Ella es Filomena del Tránsito Castro Pasten, con 67 años recién cumplidos.

Llegó muy niña con su madre a radicarse a Los Andes provenientes de La Troya de San Felipe, y desde los 15 años ha debido ganarse la vida primero como empleada doméstica en la casa de un agente bancario, luego fue deshuesadora a mano en la ex Conservera Oso, y cuando quedó sin trabajo comenzó a estacionar y cuidar autos en avenida Santa Teresa en el frontis del ex supermercado La Granja de avenida Santa Teresa, y hasta la fecha sigue en el mismo lugar pero ahora con el supermercado Mayorista 10.

“Son muchos años que cuido autos, desde cuando era el supermercado La Granja, que después cambió de nombre y ahora se llama Mayorista 10”.

VIDA DE SACRIFICIOS

Su día comienza antes de las 8 de la mañana y termina cerca de las 22 horas, sin parar ni siquiera para alimentarse. “No como nada, me tomo una agüita y me tomo una leche en el mismo estacionamiento, no voy a la casa. El doctor me dijo que no comiera mucho, porque me operó y me sacó la ‘guata de delantal’, y ahora estoy esperando que le llamen para otra operación por la incontinencia urinaria”.

Ella sufre de artrosis a las rodillas por eso debe trabajar apoyada en un bastón.

RECOGIENDO LATAS

Filomena sale de su casa trabajando. “Me demoro un poco en llegar al supermercado porque vengo en el triciclo juntando los tarritos (latas) de bebidas que después llevo a la casa y las vendo. Hago tres billetes azules pero algunas veces son menos”.

MARIDO LA DEJÓ ENDEUDADA

Filomena se casó el año 1963 con Víctor V.C., con quien tuvo cuatro hijos, uno de los cuales vive con ella y también dos nietos en la población Pablo Neruda de Centenario.

El hombre la dejó sola y se fue a vivir con una nieta a Cauquenes dejándola ‘clavada’ con una deuda de medio millón de pesos por consumo de agua potable y luz, que finalmente logró pagar trabajando esforzadamente en la conservera.

“No me ayuda con nada, no me da nada, no me ha dado nunca un veinte, ni para comer. Me tengo que mantener con las propinas del estacionamiento y una pequeña pensión del gobierno”.

PAGA PERMISO

Filomena no está gratis en el estacionamiento, paga un permiso municipal que la habilita para ejercer esa labor.

LE QUITAN LA PLATA

Denunció que hay un sujeto apodado el “cogote de pollo” y una mujer que se instalan en las cercanías también a estacionar autos, y en las mañanas le quitan las monedas. Los ha denunciado pero nadie le presta ayuda ni la defienden de estos abusos. “Él se las da de cuidador de autos pero el alcalde no le ha dado permiso. Fui a hablar a la muni, vienen los inspectores y lo sacan, pero vuelve nuevamente”.

ESPERA VIAJAR

Esta Navidad espera viajar a Cauquenes a ver a su nieta. “Los niños (empaquetadores) del supermercado me suben a un bus y el auxiliar me indica donde bajarme”.

“ME HABRÍA GUSTADO TENER UN BUEN HOMBRE”

A la hora de saber si está conforme con su vida o que le destino le hubiese gustado, señaló que “me habría gustado por lo menos que me tocara un buen hombre y haber hecho una vida familiar feliz, sin embargo el que me tocó me dejó con medio millón de pesos en agua y luz sin pagar. Junté la platita en la fábrica Oso y pagué”.

PARA MEDIO COMER

La pensión y las propinas le alcanzan para pagar la luz, agua, medicamentos para tratar la artrosis a las rodillas “y para medio comer”.

Por esta razón pide que “todos los autitos me entreguen monedas para vivir”.

NO SABE EL VALOR DEL DINERO

Como no sabe leer ni escribir tampoco conoce el valor del dinero, por lo cual desconoce cuánto logra recaudar en el día. “Los niños del supermercado me ayuda y me cuentan las monedas”.

MUJER BUENA ONDA

A pesar de una vida de sacrificios y privaciones Filomena es una mujer alegre y feliz con los trabajos que realiza. “Estoy contenta con mi peguita”.

Dijo que le gustan las cumbias y los mejicanos “que toca el Mauricio” a quien escucha en la radio Buena Onda, y me alegra el día”, y le mandó un mensaje: “que siga tocando harto ranchero y las cumbias bonitas”.

Por último le mandó una felicitación al alcalde Manuel Rivera por los arreglos que le hizo a las calles.

Filomena es todo un ejemplo de vida, de empuje, una mujer de sacrificio, altamente positiva. Cuando usted estacione en el supermercado sea generoso con ella, o al menos respetuoso.

Filomena Castro Pastén.

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