Parroquia N.S. de La Asunción.-
Los sacerdotes Tomás Darbois y Raymundo Vigner fueron los primeros padres Asuncionistas que llegaron a Los Andes, en 1893, a gestionar la instalación del movimiento religioso nacido en Francia a mediados del siglo XIX con el nacimiento al culto Mariano de la Virgen de Lourdes, luego de la aparición de la Virgen en 1858.
Abrieron en primer término una Capilla en avenida Argentina, en una casona ubicada entre Maipú y Membrillar, vereda sur. Allí comenzaron su labor religiosa y a la formación de grupos católicos bajo el amparo de Lourdes, famosa ya por la aparición de la Virgen en las cercanías de la aldea del mismo nombre.
Con recursos que les enviaron de Europa más las contribuciones de feligreses, se pudo reunir el dinero que permitió adquirir una amplia propiedad, donde a partir de 1904 se inició la construcción del imponente templo por calle Maipú, cuyos trabajos se vieron interrumpidos un tanto tras el terremoto de 1906, pero luego se reanudaron hasta que el año 1908 se pudo inaugurar.
Sin embargo con el transcurso de los años, a medida que se iban reuniendo recursos, el templo pudo ser terminado completamente, siendo lo último el embaldosado de la nave central. Luego en 1929, gracias a las gestiones del Obispo de la Diócesis de Aconcagua, Monseñor Melquisedec Del Canto y el superior de la Congregación Asuncionista, padre Alfredo Goettelman, la iglesia logró el denominativo de Parroquia La Asunción.
Fue el terremoto de 1985 que le causó daños estructurales al templo, pero a juicio de muchos que lo vieron no ameritaba su demolición, ya que otros templos de Los Andes se mantuvieron en pie.
El Obispo Camilo Vial, el mismo que gestionó el traslado de los restos de Juanita Fernández Solar (Santa Teresa) de Los Andes a Auco, fue el que ordenó su demolición, oportunidad propicia para vender el terreno donde hoy se encuentra una estación de servicio.
Varios feligreses de esa época se unieron y realizaron el esfuerzo para reunir el dinero y comprar una parte del terreno donde hoy se alza el nuevo templo, muy distinto al original.