Francisco “Paco” Medina Delgado

Francisco “Paco” Medina Delgado

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Por: Eugenio Astudillo Leal
Ex Secretario y compañero en la Directiva del Centro Español

En la vida existen personas que por diversos rasgos de su personalidad, capacidad, y conductas se transforman; sin quererlo, no solo en modelos de referencias para la formación de las nuevas generaciones, sino que también en íconos de parámetros integrales en comportamientos humanos positivos, para los que de una y otra forma, en un instante de nuestras vidas, tuvimos la suerte de cruzar nuestras existencia con ellos, en periodos de crecimiento, ya sea tanto en lo personal, como en de desarrollo profesional y social de nuestras vidas.

Expreso todo lo anterior, porque para nosotros, posterior generación de la colonia española residente en Los Andes, la partida al más allá de nuestro gran socio, amigo y guía referencial don Francisco “Paco” Medina, no solamente es la partida de un hombre de esfuerzo, especial y singular, en su actuar cotidiano, sino que, es pérdida de un símbolo viviente de nuestra institución, que no hacía falta recordarlo, sino que verlo y percibirlo en su actuar diario, para apreciar en plenitud que sus habituales conductas humanas, eran un ejemplo vivientes de relevantes condiciones humanas y cristianas, que inundaban de bondad, generosidad y fraternidad los grupos sociales que el frecuentaba.

De sus habilidades y esfuerzos comerciales para llegar a ser el empresario de gran éxito que logró ser, muchos se encargarán de reconocerlo y ejemplarizarlo, Pero yo, en esta crónica que hoy escribo, con uno de los dolores más grande de mi existencia, solo me limitaré a reconocer los valores humanitarios de este gran hombre, que incomprensiblemente nos ha dejado este domingo en forma tan abrupta, el que pese a sus relevante posición empresarial fue un hombre humana y socialmente íntegro, en donde la humildad, la sencillez y la fraternidad guiaban su comportamiento diario como ciudadano chileno proveniente de la madre patria, con profundas raíces y valores hispanos y cristiano.

Trataré de no llorar en ocasión de tu partida, pero si he agradecido a Dios; como muchos otros miembros del Centro Español de Los Andes, por habernos permitido conocerte y hacernos vuestros amigos. Demás sabemos a dónde estás ahora y que compartes la mirada del creador. Por eso estimado e inolvidable amigo y compañero de tantas jornadas Francisco “Paco” Medina, descansa en la verdadera paz bien merecida que tienes, y por favor te pedimos no te olvides de nosotros, los que de alguna u otra forma seguiremos tu ejemplo y modelo, de ser buenos ciudadanos chilenos, teniendo siempre en la mente y el corazón el recuerdo de la madre patria.

Estimado “Paco” descansa en paz…

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