Respondiendo a invitación de la Escuela Gabriela Mistral.
Agradecidos por tener la oportunidad de ser parte de una cruzada a favor de quienes llegan al país en busca de mejores oportunidades se mostraron los funcionarios del Segundo Juzgado de Letras de Los Andes, encabezados por el magistrado Manuel Muñoz Cid, quienes de forma entusiasta respondieron a la invitación de la Escuela Gabriela Mistral de sumarse a una campaña solidaria de recolección de ropa y alimentos.
Fue así como desde fines de marzo y durante todo abril participaron en la actividad organizada por el establecimiento educacional al que asisten alumnos chilenos y extranjeros que viven en las poblaciones Alto Aconcagua, San Alberto, Altos del Valle, Bellavista y Primavera.
Al respecto, el magistrado Muñoz indicó que la campaña apuntó especialmente a los “inmigrantes venezolanos que están llegando con ropa no apropiada para el clima de nuestra zona, sin útiles de aseo ni alimentos. Muchas veces esas familias llegan a la escuela buscando matricular a sus hijos, los que no cuentan con zapatos ni uniforme. Eso nos tocó profundamente como tribunal y nos pusimos en campaña de inmediato, donde no solo nosotros como funcionarios aportamos con ropa, alimentos y útiles de aseo, sino que además logramos concitar apoyo de la comunidad andina y, particularmente, del Club Bernardo O’Higgins. Agrupamos los aportes en una oficina, seleccionamos, los funcionarios cooperaron en verificar que la ropa estuviese en buen estado y un grupo de funcionarios fuimos personalmente en un camión a dejar la ayuda”.
Comentó que el aporte fue bien recibido por el director de la Escuela Gabriela Mistral, Jorge Lobos Luna, quien agradeció la participación, solidaridad y entusiasmo demostrada por el Segundo Juzgado de Letras.
“Estaban muy contentos en el colegio y agradecidos porque no se esperaban que los tribunales actúen con la comunidad y para nosotros, funcionarios de este 2º Juzgado, ha sido una enorme gratificación poder devolverle la mano a la comunidad que atendemos a diario, porque de esta manera pueden ver que somos un tribunal cercano, que participa, no solo porque vienen a pedirnos, sino porque nos nace del corazón. Que la gente comprenda que nuestro rol no es solo papel y estar detrás de un escritorio, sino que ser parte de la comunidad andina, porque estas acciones nos enriquecen y unifican”, comentó el juez.