Este 6 de julio falleció la reconocida activista por los derechos humanos Luisa Toledo, madre de tres hijos asesinados por la dictadura cívico militar encabezada por Pinochet. Cabe recordar que los asesinatos de sus hijos Rafael y Eduardo perpetrados por carabineros el 29 de marzo de 1985 en Villa Francia fueron el inicio de la celebración en esa fecha del “Día del Joven Combatiente» en homenaje, a través de la figura de los hermanos Vergara, a todos los jóvenes que se enfrentaron la dictadura.
Lamentamos profundamente esta muerte y enviamos nuestro sentido pésame a su familia y todos quienes compartimos la lucha por los derechos humanos, por reparación, justicia y verdad para los crímenes cometidos por la dictadura. Duele, doblemente, que la partida física de la compañera sea sin obtener justicia, tal como pasó con otras luchadoras que fallecieron como Sola Sierra, Anita González y la inspiradora de nuestra Fundación la aconcagüina Guadalupe Vargas.
En estos tiempos en que se abre la posibilidad a través de la convención constitucional de derribar por fin el último amarre de la dictadura, esperamos que no se olvide que aún existimos miles de chilenos y chilenas que esperamos justicia para nuestras familias. Por lo que es un deber que en este debate del nuevo Chile se logre por fin el real “nunca más” junto a mecanismos que permitan esclarecer todas las violaciones a los derechos humanos que se han cometido en Chile.
Nuestras palabras finales no son de pena, son de compromiso de seguir la lucha de Luisa Toledo y tantos luchadores y luchadoras por los derechos humanos de nuestro país.
Victoria Urra y Daniel Zamorano
Directorio Fundación LUPA
