Por: Dr. Hernán Latorre Valdés, médico, master en Actividad Física y Salud. Docente de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Campus San Felipe
Mucho se ha avanzado en materia de salud, con un énfasis en la promoción, el fortalecimiento de la atención primaria y la disminución de la inequidad. Sin embargo, los logros globales de los gobiernos y los pequeños éxitos de los funcionarios que atienden directamente a las personas nunca nos parecen suficientes. Si bien comparto que a nuestra salud pública le falta mucho camino por andar, hoy el llamado no es a criticar lo que otros han hecho ni a denunciar lo que aun no se soluciona.
Cuando estamos próximos al Día Mundial de la Salud (7 de abril), y que este año tiene como tema central la diabetes, mi llamado es para cada persona, y para cada familia, a hacerse cargo de su propia salud. Los grandes problemas de salud a nivel nacional no se deben a las acciones de uno u otro gobierno, ni a la cantidad de recursos invertidos, ni a la competencia de los funcionarios que atienden a las personas. Los grandes problemas de las personas se deben a lo que ellas mismas hacen.
La diabetes tipo 2, hipertensión arterial, artrosis y muchas otras enfermedades derivadas de la obesidad son causadas por comer en exceso e inadecuadamente, así como por no hacer actividad física. Se han implementado programas de actividad física comunales, campañas para incentivar la alimentación saludable, pero depende de cada familia el alimentarse correctamente, realizar actividad física y disminuir las horas de televisión y pantallas. Una vida saludable no es algo costoso ni difícil de lograr, simplemente empiece por realizar cualquier actividad física de intensidad moderada incluyendo a toda la familia, como jugar en el parque o realizar paseos 3 veces por semana.
Elimine bebidas azucaradas, dulces y comida chatarra, coma pan integral y verduras. Por último no fume y limite el tiempo frente a la pantalla a 1 hora al día. Cada persona es lo que hace y se convierte en lo que hizo, por lo tanto si actuamos saludablemente seremos personas sanas, y si tenemos hábitos que nos enferman nos convertiremos en personas enfermas