Irreconocible por el largo tiempo que permaneció en el agua y los efectos del deslizamiento por el agua en el cauce.
La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Los Andes realiza diversas diligencias en torno al hallazgo de un cuerpo presumiblemente de una mujer que estaba atascado en una reja en un canal de regadío del callejón Las Diucas, que pasa por un costado de la cancha de fútbol del sector Bucalemu, sector jurisdiccional de San Felipe.
Un lugareño de la cancha de fútbol del sector encontró el cadáver en el canal alrededor de las 22:00 horas del lunes, dando aviso de inmediato a Carabineros. Posteriormente el fiscal de turno del Ministerio Público de San Felipe dispuso que la BH de la PDI de Los Andes se constituyera en el sitio del suceso para la realización de los peritajes correspondientes.
El cuerpo mantiene un avanzado estado de descomposición, registrando una data de muerte de tres a cuatro semanas, según se pudo calcular a través del examen externo realizado en el lugar por los detectives.
Se presume que se trata de una mujer que no superaría el metro 65 de altura, cuya edad oscilaría entre los 20 y 40 años, sin embargo la PDI está a la espera de pruebas científicas que lo corroboren mientras continúan trabajando en su identificación, para lo cual se enviarán los exámenes y estudios a la Unidad Identificadora de Cadáveres de la institución.
El cuerpo, que fue trasladado al Servicio Médico Legal de San Felipe, destaca entre sus rasgos característicos dos tatuajes; uno en la zona lumbar (espalda baja) de 10 a 12 centímetros, y otro en el antebrazo izquierdo, los que podrían ser clave para establecer su identidad.
La Brigada de Homicidios además coteja con el Ministerio Público y las policías de las provincias de Los Andes y San Felipe las denuncias por presuntas desgracias interpuestas en la zona, efectuando también diversas pericias para determinar la causa y data de muerte, las circunstancias en que llegó el cuerpo al lugar y si hay o no participación de terceros.
No se descarta que la víctima haya caído en alguno de los canales que nacen en Los Andes, y tras un largo recorrido finalmente llegó hasta el sector Bucalemu.
El cuerpo por efectos del arrastre había perdido toda la ropa y evidenciaba diversas lesiones con pérdida de partes blandas producto también de la larga permanencia en el agua y expuesto a la fauna del lugar.
LARGO PROCESO
El comisario Gino Gutiérrez Cáceres, jefe de la Brigada de Homicidios, señaló que la identificación del cuerpo “debido a su estado tomará un tiempo prolongado, puesto que en la eventualidad de tener posibles familiares, hay que efectuar exámenes de ADN los que demandan un tiempo mayor. No obstante seguimos trabajando mancomunadamente con la Fiscalía de San Felipe a través de las denuncias de presuntas desgracias interpuestas en la zona. Asimismo nosotros seguimos efectuando diligencias tendientes a establecer las causas y circunstancias como la víctima llega al lugar, establecer y buscar la identidad de esta persona”.
La PDI realizó diligencias con la Asociación de Canalistas para bajar el caudal del canal, y con la cooperación del Cuerpo de Bomberos se logró extraer el cadáver “y ahí nosotros comenzamos el trabajo propiamente tal”.
El oficial señaló que el cuerpo presenta dos tatuajes, y en base a esos rasgos efectuó un llamado a la comunidad a colaborar en caso que alguien conozca a una persona que tenga estas características para que se comunique al nivel 134 de la PDI para entregar información.
CASO PENDIENTE
Otro de los casos que se encuentra pendiente corresponde al hallazgo en el mes de enero de este año del cuerpo de un hombre en un canal de regadío de Calle Larga, también en avanzado estado de descomposición, cuyos restos aún permanecen en el Servicio Médico Legal a la espera de poder lograr su identidad. Respecto a este caso el oficial señaló que “también se encontraba en muy malas condiciones el cadáver, tuvo que ser estabilizado en el SML donde permanece. El Laboratorio de Criminalística de Valparaíso va a efectuar una pericia invasiva para lograr la identificación”, al no haber podido practicar el examen dactiloscópico y no existir alguna denuncia por presunta desgracia.