Por: Lucho Muñoz, «Alakrán».
Sorpresa, tristeza y desconsuelo ha causado el fallecimiento de nuestra querida amiga Nelly Alvarado (q.e.p.d.), se ganó el cariño y el respeto de mucha gente, en sus más de cuarenta años como parte del personal del Maipú Autoservicio. Con una sonrisa y con la mejor disposición para atender a los clientes, de este establecimiento. Su amabilidad entrega en su trabajo fueron reconocidas siempre, tanto por sus empleadores como de las personas que acudían día a día a comprar a ese lugar.
El año recién pasado, vino personalmente a agradecerme el artículo escrito por el fallecimiento de don Italo, otro querido funcionario de esa empresa que nos dejó. Asímismo, más de una vez vino a darme mucho ánimo y a convencerme que la vida seguía y que tenía que pararme y seguir adelante con más fuerza, cuando sufrí una grave crisis personal y llegué a pensar que ya nada valía la pena.
Por esas cualidades, por su gran humanidad, aunque su vida no fue nada de fácil y tuvo que luchar siempre cuesta arriba, es que se recordará por mucho tiempo, como una gran amiga, esposa, mamá, como una gran mujer.
Seguramente, ahora estará unida en un gran abrazo con su hijo Toño, conversando las novedades con su amigo Italo y enviando muy buenas vibras para su familia y amigos.
Mis más sentidas condolencias para su esposo José y sus hijos Alejandro y Claudia. Dios los premió con darles esa esposa y madre y estoy seguro que su espíritu estará por siempre junto a ellos.
Gracias por todo amiga Nelly, vuela muy alto y descansa en paz.