Por: Coronel Marcelo Durán Muñoz, Prefecto Prefectura de Carabineros Aconcagua
El pasado viernes seis de noviembre, los Carabineros se aprestaban desde muy temprano para un día especial. La jornada donde recordarían, en una solemne ceremonia, el acto gallardo del teniente Hernán Merino Correa, que por ayudar a uno de sus camaradas y resguardar la soberanía nacional, fue herido de muerte.
Ya desde ese fatídico hecho, han transcurrido 50 años, encumbrando la figura de este joven Oficial, a la calidad de Héroe del Siglo XX, dada su entrega incondicional en favor de la patria y los valores propios de los servidores, tras el verde uniforme.
Dar la vida para proteger a las personas, es parte del coraje que distingue a cada Carabinero. En circunstancias extremas, no hay tiempo para pensar en los riesgos personales que se puede correr al participar en un procedimiento policial. El cumplimiento del deber, es todo en ese momento.
Esta determinación de actuar con valentía por el cumplimiento del deber, en situaciones completamente adversas, donde hay plena conciencia y decisión de poner en peligro la vida, es la que nos permite elevar a la categoría de Héroe, al Teniente Merino. Sin embargo, también hay gallardos camaradas, a quienes recordamos como Mártires de Carabineros de Chile, porque han sido abatidos, muchos de ellos, en sorpresivas emboscadas, sin haber alcanzado a tomar la determinación consciente de entregar la vida en ese acto.
En ese contexto, se quiere destacar a uno de los tantos mártires de las carabinas cruzadas. El 15 de noviembre de 1983, mientras cumplía como escolta de valores del ex Servicio de Seguro Social -que concurría a entregar pensiones a los jubilados de la ciudad de Petorca-, el Carabinero José Jorquera Gálvez, fue víctima de un artero y cobarde ataque, donde un comando lo golpeó e hirió mortalmente con armas de fuego, para luego lanzarlo y abandonarlo en una quebrada al costado del túnel La Grupa, en Cabildo. Su madre, la señora Ema, lloró con angustia y desolación la pérdida de su único hijo y, a la vez, ser más amado, los pocos años que ella logró sobrevivir a tan dramática prueba del destino.
El Teniente Hernán Merino Correa y el Carabinero José Jorquera Gálvez, son ejemplos de entrega de este noble y querido cuerpo policial, que han hecho carne el juramento de “Dar la Vida Si Fuese Necesario”. Dos jóvenes que vivieron apegados fielmente a los principios rectores de esta policía uniformada, y que por ello -en este mes de noviembre- se les rinde un sentido homenaje, a través de estas líneas, ya que ambos representan los valores de los Carabineros, que día a día están entre nosotros, para darlo todo, por el orden y la seguridad de cada uno de los chilenos.