Vannia Aburto, de 22 años

La distinción fue entregada por la Presidenta Michelle Bachelet y puso a la joven como la primera antigüedad de su generación, integrada por 72 cadetes –hombres y mujeres– provenientes de todo Chile. Su padre, el operador de la Planta Concentradora Glinnis Aburto, no oculta su emoción y orgullo por este logro: «es el premio a su esfuerzo».

Mientras cursaba enseñanza media, Vannia Aburto tenía las dudas lógicas de un estudiante. Pensó en ingeniería, también en medicina, pero su padre y hermano la ayudaron a tomar una decisión acertada. En esas conversaciones familiares surgió la opción de una vida militar. «Y yo me enamoré de la Fuerza Aérea. Mi papá me ayudó a conocer un poco más y a averiguar. Ahí descubrí mi vocación», dice la mejor alférez de la generación 2017 de la escuela de aviación Capitán Manuel Ávalos Prado de la FACH.

Vannia, hija del operador de la Planta Don Luis de Andina, Glinnis Aburto, fue premiada por la Presidenta Michelle Bachelet y el Comandante en Jefe de la FACH, Jorge Robles, como la primera antigüedad de la denominada generación Bleriot, compuesta por 72 cadetes (entre ellos diez mujeres), provenientes de todo Chile.

Gracias a un esfuerzo de cuatro años, la joven egresó como oficial y fue condecorada con la Medalla y la Espada de Honor de la Fuerza Aérea de Chile, además del premio Ministerio de Educación, las medallas de Defensa al Mérito Académico y al Mérito Cámara de Diputados, y las condecoraciones al Mérito del Senado y Presidente de la República, en el grado de Caballero.

Su padre, quien es trabajador de Andina hace 18 años, comenta que el reconocimiento le significó una emoción indescriptible. «Fue una gran satisfacción para la familia. Ella tuvo un mérito doble porque destacó en un mundo donde la mayoría son hombres. Nosotros estamos detrás de ella, somos muy unidos, pero son sus méritos los que van empezando a marcar su carrera».

Laura Navarro, madre de la nueva oficial, cree que la perseverancia de su hija fue determinante en la obtención del reconocimiento. «Estoy orgullosa no solo por el premio, sino por lo que realizó para ser reconocida. Ya era un triunfo egresar, pero el reconocimiento de su alto mando no tiene precio». Sus hermanos Glinnis, de 17 años, y Álvaro, de 14 años, también están felices. «Ella me dio un ejemplo de cómo cumplir las metas con esfuerzo y sacrificio», señala Glinnis.

«MI PAPÁ ME ENSEÑÓ EL ESFUERZO»

Desde el año 2012, más de 130 cadetes pasaron por la generación Bleriot, de la cual Vannia logró ser la primera antigüedad por sus buenas calificaciones académicas y de aptitudes militares, entre otros atributos. Ahora, la nueva oficial de la Fuerza Aérea viajará a Puerto Montt para cursar durante 2017 su especialidad como piloto. Será un nuevo reto para el que asegura estar preparada.

«Sabía que entraba a un mundo de hombres, pero así como en cualquier desafío hay que hacer un gran esfuerzo. Y creo que todo esto es resultado de mi esfuerzo y voluntad. Una a veces dice ‘no quiero más’ y es difícil estando lejos de la familia. Pero desde muy pequeña mi papá me enseñó que nada es imposible. Él me demostró que era capaz de hacer todo, y por eso he tenido siempre grandes aspiraciones”.

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