Por: Katherine Dinamarca, académica Escuela de Fonoaudiología U. Andrés Bello
Muchos son los padres que en esta época comienzan a enfrentar algo desconocido y que siempre provoca estrés en el núcleo familiar: el cambio de colegio.
Diversas son las razones por las que un niño se cambia de colegio, algunas obedecen a cambios de domicilio, otros por problemas dentro del establecimiento y otras por elección de los padres. Sea cual sea la causa, el tema suele estresar a los padres y también al hijo.
¿Cómo enfrentar este nuevo proceso? Esto depende de varios factores, el principal es la edad del niño. Si el cambio es en un pequeño, éste debe ser informado previamente pero sin tantas explicaciones, los cuales pueden dar lugar a ansiedad en el niño.
Se debe intentar entregar información concreta, en un lenguaje sencillo y claro, usando palabras conocidas par el niño de modo de no generar dudas que no habrían surgido en él sin nuestra intervención, es fundamental.
Es importante también entregar la información de una manera optimista, con un discurso que deje ver las cosas positivas del cambio.
El niño se debe sentir acompañado, lo cual será decisivo en el proceso de adaptación. No debemos olvidar además, que durante las dos primeras semanas de clases, será un proceso en el que probablemente existan llantos en los más pequeños, desánimo y rebeldía en los mayores. Son situaciones normales considerando el evento, que con cariño, comprensión y diálogo familiar irán mermando en la medida que nosotros como padres reflejemos tranquilidad en el proceso.
