Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
LA VILLA DE LOS ANDES DESPUES DEL DESASTRE DE RANCAGUA.- A fines de septiemebre, Carrera había hecho salir para Mendoza a un grupo de prisioneros españoles, custodiados por el capitán Pedro Arriagada; como observaran indecisión de parte de quienes los visilaban, decidieron emprender la fuga y regresar a Chile, aprovechándose del desconcierto que se había producido después de la Batalla de Rancagua. Algunos consiguieron su propósito, pero otros alcanzaron a ser detenidos y fueron enviados nuevamente al otro lado de la cordillera.
Pero en aquellos días de tragedia, con el olor de la sangre y la pólvora de Rancagua esparcidos por el aire de la patria, Santa Rosa de Los Andes debió presenciar el choque de las pasiones que tanto daño habían hecho a la causa de la revolución. «En la villa volvieron a encontrarse cara a cara, y siempre con pretensiones opuestas los dos partidos cuya desunión había causado la pérdida de Chile.». Los partidarios de Carrera, con él -entonces jefe de gobierno- y los o’higginistas, dispuestos a desconocer la autoridad del general que dirigía el gobierno.