Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
LA VILLA DE LOS ANDES DESPUES DEL DESASTRE DE RANCAGUA.- Al atardecer del 5 de octubre, don José Miguel Carrera llegaba a Los Andes con la tercera división del ejército chileno, agotada físicamente y también en cuanto al número de sus integrantes y de armamentos. Tan pronto se encontró en la villa con los jefes militares que acababan de llegar y con la división auxiliar argentina, les dio instrucciones terminantes para que no dejasen ir a Mendoza a ninguna persona que no llevase un pasaporte firmado por él. El general Carrera impartió, además, órdenes de concentrar todas las fuerzas patriotas disponibles en la Villa Santa Rosa de Los Andes.
Recibieron el mandato de colocar centinelas en el paso a la Argentina, el teniente coronel don Juan Gregorio Las Heras y el coronel don Andrés de Alcázar, que mandaba un destacamento de caballería; ninguno de los dos obedeció a Carrera y manifestaron que el deber los obligaba a proteger la retirada de todos los que quisiesen pasar la cordillera y que no comprendían la intención del general en jefe al darles semejante instrucción.