Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
LA VILLA DE LOS ANDES DESPUES DEL DESASTRE DE RANCAGUA.– El 6 de octubre, los realistas, después de llegar a la capital, enviaron en persecución de los restos del ejército derrotado un destacamento al mando del comandante Antonio de Quintanilla; este jefe español llegó hasta las cercanías de la cuesta de Chacabuco y cuando tuvo conocimiento de que estaban cerca de dos partidas del ejército patriota, dirigidas por Molina y Maururi, no se atrevió a seguir adelante, creyó que el enemigo contaba con un número de fuerzas superior al que en realidad tenía. Pidió, entonces, refuerzos a Santiago.
A petición de Quintanilla, que no había sido capaz de continuar su avance gracias a la actividad del general Carrera, los jefes de los ejércitos invasores respondieron con el envío de la división de vanguardia del coronel Ildefonso Elorreaga. En caso necesario, se alistarían nuevas tropas para enfrentar a los revolucionarios que se refugiaban en Aconcagua, y especialmente en la villa Santa Rosa de Los Andes.
