Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
REFUGIOS CORDILLERANOS.- Sin nombrar al ingeniero Garland, declara que éste visitó la cordillera «en lo más rígido del año 1763» y que «pudo con más fundamento asegurar era asequible el proyecto con el establecimiento de seis casillas en proporcionadas distancias del camino nevado para refugio de los caminantes, construidas sobre arcos, y en tal disposición que no las cubriese del todo la nieve, señalando los sitios más a propósito para cargar menos porción de ella, o se impelida de los vientos, quedando en mayo provistas de víveres y leña, y las llaves de sus puertas en esta ciudad y la de Mendoza para entregarlas a correos y pasajeros que conviviere pasasen de allá a acá y de aquí a la otra banda…»