Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
COMERCIO DE LA YERBA MATE.- En el siglo XVIII, eran muchos los arrieros que cruzaban desde Chile la Cordillera de los Andes, compraban sacos de hierba y la revendían aquí. En los primeros diez años de ese período, los sacos eran adquiridos a cuatro pesos cada uno y la arroba vendida a tres pesos por mayor. En los últimos años la cantidad importada era tan crecida, que llegaba a cien mil arrobas, de las cuales cincuenta y cinco a sesenta mil arrobas se consumían en la provincia de Santiago, unas ocho mil en Concepción y el resto pasaba a Lima. Como se puede ver, este comercio fue sin embargo desventajoso para Chile, por la dificultad con que retornaban los dineros invertidos en tan grandes cantidades de hierba, compensados con la venta de vino, sebo y menta, en forma muy precaria para los chilenos, ya que eran casi siempre muy superiores las cantidades de dinero que salían a las que ingresaban.