Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
LOS HABITANTES DEL PRIMITIVO PUEBLO.- Al habilitar el camino por Uspallata, los incas conocieron también una admirable fuente de salud, en la misma naturaleza cordillerana, a 2700 metros sobre el nivel del mar: eran los «baños del Inca», situados junto al célebre «Puente del Inca», que tiene unos cincuenta metros de largo por cerca de treinta de ancho. Sus aguas impregnadas de sales minerales y con una agradable temperatura (35º ó 36º centígrados), lo hicieron lugar de turismo, de reposo y de curación de algunas enfermedades, desde mucho antes de la llegada de los españoles.