LOS HABITANTES DEL PRIMITIVO PUEBLO.- La antigua Aconcagua, aldea ribereña, que recibió con preocupación a los extraños, hubo de soportar toda clase de penurias. Los indios eran llevados con cadenas, o amarrados por el cuello. En su precipitación, los españoles acudieron al terror, arma que casi siempre emplean los conquistadores para tratar a los pueblos dominados. Los tranquilos mitimaes, comenzaron a saber lo que era la pérdida de la libertad.
En septiembre de 1536, Almagro y sus compañeros salieron de Aconcagua, con destino a Copiapó.