Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
CAMINOS, EL RÍO ACONCAGUA Y EL PUENTE.- Los caminos restantes, difícilmente podían recibir con propiedad el nombre de tales. Apenas podemos considerarlos como senderos, algo compuestos en las partes imposibles de transitar. En los meses de invierno la nieve y el barro los sepultaba por completo y era muy difícil que alguien se atreviese a pasarlos con seguridad.
Los ríos que no podían atravesarse a caballo o a pie, solían disponer de balseros o boteros que cobraban modestas sumas de dinero por el traspaso de mercaderías o de personas de un lado a otro. El Aconcagua era un río privilegiado en este sentido, porque contaba, al empezar el siglo pasado con puente sólido que producía a San Felipe y a Los Andes las entradas municipales provenientes del derecho de pontazgo, a que nos hemos referido.