Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
MISIONES MILITARES DE LA PATRIA VIEJA EN LOS ANDES.- De acuerdo a lo anterior, muchos pensaron que Martínez de Rozas representaba las «ideas cuyanas» y Figueroa las «ideas santiaguinas», junto con los integrantes del Cabildo.
Una vez sofocada la revuelta en Santiago, la Junta no se sintió dueña enteramente de la situación; los juntistas no estaban tranquilos mientras no supiesen si la conjuración tenía o no modificaciones en provincias. Ellos pensaron, con temor, que las tropas que venían de Concepción para ir a Buenos Aires, que se encontraban en Valparaíso desde el 29 del mes anterior, estaban implicadas en el complot de Figueroa. Esa creencia tomó mayor apaciencia de certidumbre, cuando se supo que varios soldados sublevados habían huido fuera de la capital.
Rapidamente, se organizó un destacamento de doscientos hombres, al mando del teniente Campino y del alférez Morla, que logró reducir a treinta de los fugitivos en la cuesta de Lo Prado.