Tomado del libro de Héctor Miranda A. (Libre adaptación)
LA VILLA DE LOS ANDES DESPUES DEL DESASTRE DE RANCAGUA.- «Durante una semana estuvieron pasando por la hacienda del Tambo de Colina las infelices familias de Santiago. Algunas iban a pie, otras montadas en bueyes. El dueño de ese fundo don Diego Larraín, pasó a la Cuesta de Chacabuco en calesa e hizo quemar en Los Andes por no dejárselas a San Bruno», dice una obra que se refiere a estos sucesos.
Pero no fue solo el elegante don Diego Larrían quien debió sacrificar sus bienes y quemar en la villa su simpático y aristócrata carruaje.
A fines de septiembre, se encontraban en Santa Rosa las tropas de Las Heras, que no participaron en la acción de Rancagua. El 2 de octubre llegaba a la villa de Los Andes, convencido de la derrota de las tropas chilenas, don Juan José Paso, en un afán por salvar a última hora la situación, para instruir al comandante argentino que se traladase a Santiago sin pérdida de tiempo. Las Heras (en la fotografía) obedeció y al amanecer del día siguiente partió con su división desde Los Andes, rumbo a la capital.
