Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
EL PRESBITERO JOAQUIN LARRAIN Y SALAS.- La apertura del Congreso Constituyente se verificó el 12 de agosto. Don Manuel Cortés, diputado suplente por Los Andes (el titularMeneses era el cura de la villa) presentó un proyecto de ley que exigía como requisito el que «los gobernadores fueran originarios de los pueblos que mandasen». El honorable diputado olvidaba que nadie es profesa en su tierra, pero defendía la buena tesis regionalista y cumplía con el otro sabio reflán: «conozco las uvas de mi majuelo» o el de «que más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena».
Don Juan Egaña redactó el proyecto de Constitución. Para estudiarlo, los diputados entendidos en Derecho y Letras, se reunieron en casa del canónigo Larraín, (calle Huérfanos Nº 14), casa de la que eran asiduos contertulios don José Miguel Infante y los hacendados aconcagüinos, amén del cura Meneses.