Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
AÑO 1827 EN PLENO FEDERALISMO.- Latapiat apostó sus granaderos y dio la voz. «¡Apunten…! Las barras y los diputados formaron un terrible alboroto. Algunos insinuaron la fuga, pero el joven Clemente Díaz desarmó al coronel Bernardo Cáceres (todos eran coroneles por aquellos años) y espada en mano se lanzó contra la tropa.
Latapiat comprendió que la orden de disparar no sería obedecida y se retiró del Congreso.
Los diputados fueron a casa del general Freire para que salvase la situación. Freire asumió el mando militar, decretó olvido y anmistía para Campino y los amotinados, pero Campino ni siquiera abrió la comunicación y, como Freire quisiera hablarle personalmente, el sublevado le replicó:
– Tengo una culebrina pronta para descargarla contra Su Excelencia… No se acerque!