Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
ACONCAGUA SE INDEPENDIZA DE SANTIAGO.- Tanta energía era insólita en un mandatario ultrapipiolo como Pinto, sin embargo obraba así, porque tras él estaban los portalianos que iban astutamente llevando el agua a su molino. Era evidente que Aconcagua había exagerado la nota. Cándidamente Infante (siempre fue un ideólogo que sacaba las últimas consecuencias de su doctrina federal, sin malicia política ni basamento en lo real y concreto) aprobó un acuerdo que iba contra la Federación misma, ya que esta no se concibe sin un gobierno céntrico.
Por otra parte, los diputados provinciales que estuvieron ausentes cuando se aprobó el acta y documento de separación, y el Cabildo sanfelipeño, en que había regidores prudentes y temerosos de las represalias gubernativas, lograron la aveniencia y no hubo que recurrir a las armas.
