Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
DIEGO PORTALES Y ACONCAGUA (1831-1837).- Sus mujeres con sayas como saco, cual camisa larga, pañolón de rebozo que suplía al manto mediano o elegante, o chales de coloes vivos, de lanas de oveja. Según la estación, ojotas o pie dscalzo, chupalla o pañuelo para amarrar la caballería; chape o trenzas hasta a media espalda.
Ha llegado la noticia. Portales viene a San Felipe. El Ministro… ¡El Ministro!
Los Caldera, los Mascayano, los Rosas, los Ramírez, pipiolos y rebeldes ahora en desgracia, se amurran un poco. El Cabildo está a la fecha en manos prudentes, conservadoras, de vecinos calmos y codiciosos de orden. En la sede consistorial se toman sesudos acuerdos. Ante todo se piensa en los cívicos. Ellos lo saben: Don Diego está «tocado» de civismo dominguero.