Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
DIEGO PORTALES Y ACONCAGUA (1831-1837).– Portales buscaba el concurso de los hombres honrados, patriotas, capaces. Sabía que San Felipe soportaba apenas el nuevo orden de cosas. Pero, su clarividencia le indicaba el único camino de contar con Aconcagua: respetar celosamente sus fueros y la legítima libertad. Aprovecharía la sesión del Cabildo para exponer a grandes rasgos el espíritu del gobierno.
– Ustedes señores regidores, no tienen idea del odio que tengo a los negocios públicos, y de la incomodidad que me causa el oir solo hablar de ellos. Sin embargo, mientras sea necesario daré mi tiempo y sacrificios a la causa del país. Y esta causa es el orden y la libertad dentro de la ley.