COMENZABA A NACER ACONCAGUA.- Cuando se habla de la pobreza de La Colonia hay que entenderlo en forma relativa. Ciertamente no había para lujos, lo importado, como el chocalate, la yerba mate y los paños y prendas de vestuario valían un dineral. Entre el 1600 y el 1700, el oro amonedado era muy escaso, los funcionarios permanecían meses impagos, pero el pan, el techo y el abrigo (siendo la tela o paño nacional) los había en abundancia.
El vecino de Aconcagua, don Andrés de Toro Mazote Cifuentes, era dueño de gran parte del valle y de grandes haciendas en La Ligua y Mendoza. Falleció en 1706 dejando una fortuna de $ 150.000. Su hijo, don Andrés de Toro Mazote Hidalgo fue quien donó los terrenos para la fundación de San Felipe.
Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)